Aún suenan los últimos ecos de la Nochevieja y en el recuerdo de los seguidores lucentinistas todavía perduran los magníficos recuerdos del año 2.012, que sin lugar a dudas fue el mejor en los 44 años de historia del club fundado en 1.968.
El equipo de Rafael Carrillo “Falete”, que para la temporada 2.011-12 fue casi completamente remozado con jugadores procedentes en buena medida de Tercera División, inició el campeonato de una manera sobresaliente desde la primera jornada y culminó con el tercer puesto en la clasificación con una cifra impresionante, 72 puntos, los mismos que el segundo y próximo rival, la Balompédica Linense, y a tan solo 4 puntos del Cádiz, que fue el campeón del grupo IV de Segunda B.
Los guarismos de los celestes fueron excelentes no sólo en la puntuación, sino también en la faceta goleadora, puesto que marcó 53 goles y encajó únicamente 30.
En la promoción de ascenso a Segunda División A afrontó la primera eliminatoria con el Huracán Valencia CF, con el que empató a cero goles en los dos encuentros, el primero en Manises y el segundo en el Ciudad de Lucena, donde en la tanda de penaltis el lateral izquierdo lucentinista Germán anotaba el tanto necesario para caminar hacia la segunda eliminatoria.
En la siguiente ronda, el rival era de campanillas, la Ponferradina, que había descendido la anterior campaña y que había conformado de la mano de Claudio Barragán una plantilla sobresaliente para ascender de categoría. Sin embargo, los pupilos de Falete fueron muy superiores a los leoneses en el partido de ida en el Ciudad de Lucena, si bien el resultado fue muy corto, 2-1 para los méritos de los locales, de manera que el partido de vuelta en Ponferrada se convertía en un auténtico desafío con final triste por el triunfo de los bercianos por 3-0, que después en la tercera y última ronda lograban eliminar al histórico Tenerife, por lo que alcanzaban finalmente la Liga Adelante.
De aquella excelente plantilla se marcharon jugadores emblemáticos como Javi Lara, Hugo Díaz, Quini, Víctor Armero o Matías Saad, pero la secretaría técnica volvió a confeccionar un plantel con muchas novedades procedentes de Segunda B, que, en cambio, iniciaron la campaña de forma deficiente, de ahí las tres primeras derrotas consecutivas, que dejaron al Lucena como colista del grupo IV.
En el camino, el Lucena consiguió eliminar al Logroñés de manera sobresaliente en Copa del Rey, lo que servía para pasar a la siguiente ronda frente al Cacereño en el mes de octubre. Con todo a favor, público y césped del Estadio Ciudad de Lucena, los de Falete hicieron el peor partido que se recuerda, lo que conllevó la eliminación tras la victoria visitante 1-3, cuando en la siguiente ronda le hubiese tocado en suerte un equipo de Champions, como el Málaga, lo que hubiese traído parabienes deportivos y económicos para la entidad.
A pesar de ese contratiempo, el cuadro de Falete se fue sobreponiendo poco a poco en la competición liguera, de ahí que haya acabado el año 2.012 en la décimo tercera plaza al término de una jornada para el final de la primera vuelta con 23 puntos, pero con el temor del descenso a Tercera 4 puntos y la promoción de descenso a 3, mientras que los puestos de ascenso se hallan a 7 puntos. Esto evidencia claramente la igualdad competitiva de esta temporada en el grupo IV de Segunda B.
Con el inicio del año, se abre el mercado de invierno de fichajes, donde el Lucena hará posiblemente alguna contratación, máxime cuando se ha marchado voluntariamente el centrocampista Borja Gil, lo que ha dejado la primera plantilla con tan solo 18 efectivos.
La permanencia ha de ser nuevamente el objetivo del Lucena para lo cual el mes de enero será decisivo para no pasar dificultades, por cuanto de los cuatro partidos a celebrar tres serán en el Ciudad de Lucena frente a la Balona, San Roque de Lepe y Cartagena, en tanto que habrá de desplazarse a la capital andaluza para enfrentarse al Sevilla Atlético.